El problema de la sobre-programación está teniendo consecuencias más serias de lo que imaginamos. Jorge Luppi, un pediatra que trabajó para la Organización Mundial de la Salud (OMS) me comentaba que desde la década de los 90 se ha duplicado en Argentina, el número de menores que sufren ataques de pánico, miopía, hipertensión u otros trastornos derivados del estrés. "Es como en la película 'El Extraño Caso de Benjamín Button'; nacen con achaques de anciano", dice, mitad en broma mitad en serio, el doctor.
Por RAMY WURGAFT desde Buenos Aires para Diario El Mundo de España
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http://www.elmundo.es/elmundo/2009/04/07/cronicasdesdelatinoamerica/1239124609.html
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