Un movimiento cultural surgido en Europa Central hace veinte años desafía el culto a la velocidad, promueve la recuperación del tiempo como un elemento para vivir mejor sin tener que someterse a su tiranía.
En la era de la velocidad, donde parece que hacer más cosas y a mayor prisa garantiza la eficiencia y la felicidad, cada vez más personas que lo vivencian, reflexionan sobre estos falsos conceptos y toman conciencia sobre la necesidad de desacelerar para mejorar su calidad de vida, recuperando la energía para el día a día.
La filosofía Slow ha ido ganando miles de adeptos en todo el mundo y año a año toma más fuerza extendiéndose a muchos de los ámbitos de la vida cotidiana, Slow Food, Slow Work, Slow City, Slow School, son algunas de sus corrientes.
Argentina es parte de este movimiento fundamentalmente enfocado desde lo eco gastronómico ( Slow Food ), promoviendo el consumo de alimentos buenos, limpios y justos.
En las grandes ciudades del mundo, como Buenos Aires, el ritmo vertiginoso nos enferma y agobia haciéndonos relegar muchas veces aquellas cosas que sí nos darían placer y tranquilidad.
Todos sabemos que debemos vivir mejor en un mundo más relajado…la pregunta de la mayoría es -¿Cómo?, ¿Se puede?.
En este análisis y búsqueda nos encontrábamos cuando reparamos que los niños, también se encuentran estresados y bajo presión, producto en todos los casos de lo que les transmiten el mundo de los adultos. “Ningún niño nace acelerado ú obsesionado por el consumo”, pero no disponen de un espacio y propuesta donde jugar y recuperar sus ritmos naturales.
Así nace d•spacito, el primer espacio de Recreación Slow en el mundo, una opción innovadora, donde el juego libre y desestructurado, con propuestas de arte expresivo y corporal, los relaja y les da la posibilidad de ser ellos mismos, niños que juegan y disfrutan .
Niños jugando como niños y no niños jugando a ser adultos.
La propuesta de este espacio es respetar sus tiempos y sus deseos a partir de situaciones placenteras, como principio para disminuir el stress.
Si bien d•spacito fue concebido como un espacio de recreación slow para los más pequeños, en muy poco tiempo, entendimos que la unica manera de lograr la desaceleración de los niños, es que nosotros, los adultos, encontremos un espacio de reflexión y de pausa.
Un lugar donde poder recuperar nuestros propios tiempos, llegando a respetar los ritmos de ellos y mejorando la calidad de vida de todos.
Es así que d•spacito está teniendo en su corto año de vida un fuerte impacto social, una comunidad interesada y con la necesidad de encontrar respuestas, se acerca día a día y comienza a ser parte de este cambio.
En palabras de Carl Honoré: Hacer las cosas en el ritmo correcto, reivindicando la calidad por sobre la cantidad. Descubriendo por sobre todas las cosas, que ser lento te permite disfrutar de la vida con placer .
“Sin necesidad de llegar primeros, sino transitando placenteramente el camino elegido”
Maria Celeste Meana
d•spacito
RECREACION SLOW
Uriarte 2250
Palermo - Buenos Aires
Tel: 4775.8108
Un lugar para relajarse, sentir y disfrutar....
