Este taller surge en d•spacito durante las vacaciones de invierno pasadas a pedido de los chicos, sobre todo de los varones.
El Tai-Chi es un arte marcial chino con más de 400 años de evolución, combina la respiración profunda abdominal con una secuencia de movimientos lentos (como en cámara lenta, según nuestros chicos), logrando beneficios a nivel mental y corporal. A su vez, el Chi-Kung busca armonizar la energía que circula por nuestro cuerpo.
El taller es un fusión de ambas disciplinas; ya que al ser los chicos pura energía, resulta sumamente difícil lograr que un niño se mueva lentamente; entonces para lograrlo se lo introduce lúdicamente a la actividad, a través de una historia y el juego de las poses de los animales, que es algo que los divierte mucho y conecta con la práctica de esta disciplina.
Los movimientos están dirigidos a mejorar distintos aspectos de la salud de los niños: respiración, percepción, concentración, flexibilidad.
Analizando cada uno podemos decir que una adecuada respiración abdominal relaja el cuerpo, mejora el flujo de energía y oxigena las células.
El Tai-Chi es un arte marcial chino con más de 400 años de evolución, combina la respiración profunda abdominal con una secuencia de movimientos lentos (como en cámara lenta, según nuestros chicos), logrando beneficios a nivel mental y corporal. A su vez, el Chi-Kung busca armonizar la energía que circula por nuestro cuerpo.
El taller es un fusión de ambas disciplinas; ya que al ser los chicos pura energía, resulta sumamente difícil lograr que un niño se mueva lentamente; entonces para lograrlo se lo introduce lúdicamente a la actividad, a través de una historia y el juego de las poses de los animales, que es algo que los divierte mucho y conecta con la práctica de esta disciplina.
Los movimientos están dirigidos a mejorar distintos aspectos de la salud de los niños: respiración, percepción, concentración, flexibilidad.
Analizando cada uno podemos decir que una adecuada respiración abdominal relaja el cuerpo, mejora el flujo de energía y oxigena las células.
Los niños en general son más sensibles y perceptivos que los adultos, sintiendo esa energía, así como su color y temperatura rápidamente.
Mirar un punto fijo, es un ejercicio para el desarrollo de la concentración, esto ayuda a mantener el equilibrio y lograr la quietud necesaria para la vuelta a la calma.
Cuando los niños logran sentirse como los animales que imitan, el encadenado suave de los movimientos les otorga flexibilidad y así van aflojando las tensiones corporales. Concentrarse en “ser” animal los ayuda a relajarse y estar focalizados.
Estudios recientes han demostrado que los beneficios de una práctica auténtica y prolongada del Tai-Chi Chi-Kung en niños son muchos: disminuye tensiones, evita el estrés, repone energías, a nivel corporal aumenta la elasticidad, mejorando la funcionalidad de los órganos internos, el equilibrio y la concentración, mejora el desempeño en los deportes y aumenta el autoestima.
Cualquier persona a cualquier edad puede practicarlos y en el caso particular de los niños la idea es que lentamente y sin presión tomen conciencia de su propio cuerpo, conociéndose y controlando toda esa fuerza interior, reconociendo su ubicación en el espacio, su respiración y la posibilidad de experimentar que el relajarse es muy placentero y reparador.
Al finalizar cada taller ellos mismos expresan esto diciendo que tienen más energía que se sienten mejor.
Mirar un punto fijo, es un ejercicio para el desarrollo de la concentración, esto ayuda a mantener el equilibrio y lograr la quietud necesaria para la vuelta a la calma.
Cuando los niños logran sentirse como los animales que imitan, el encadenado suave de los movimientos les otorga flexibilidad y así van aflojando las tensiones corporales. Concentrarse en “ser” animal los ayuda a relajarse y estar focalizados.
Estudios recientes han demostrado que los beneficios de una práctica auténtica y prolongada del Tai-Chi Chi-Kung en niños son muchos: disminuye tensiones, evita el estrés, repone energías, a nivel corporal aumenta la elasticidad, mejorando la funcionalidad de los órganos internos, el equilibrio y la concentración, mejora el desempeño en los deportes y aumenta el autoestima.
Cualquier persona a cualquier edad puede practicarlos y en el caso particular de los niños la idea es que lentamente y sin presión tomen conciencia de su propio cuerpo, conociéndose y controlando toda esa fuerza interior, reconociendo su ubicación en el espacio, su respiración y la posibilidad de experimentar que el relajarse es muy placentero y reparador.
Al finalizar cada taller ellos mismos expresan esto diciendo que tienen más energía que se sienten mejor.
Viví más relajado y date tiempo para disfrutar de tu ritmo interior en d•spacito - RECREACION SLOW
1 comentario:
a partir de que edad pueden los niños hacer esta actividad? tengo un nene de 4 años y me interesa para él? es muy chico?
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